Igualdad

Enfermeras y fisioterapeutas siguen sufriendo acoso en el entorno laboral en La Rioja

SATSE urge a la Administración riojana a elaborar un protocolo de acoso sexual para mejorar la prevención, detección temprana, denuncia y atención a las víctimas, ya que en la actualidad está sin desarrollar
Tolerancia cero con las conductas de acoso

El 46,59 por ciento de enfermeras y fisioterapeutas riojanas han sufrido comentarios y/o chistes sexistas ofensivos; el 26,14 por ciento una invasión deliberada de su espacio personal y se han sentido menospreciadas, y el 22,73 por ciento un contacto físico no solicitado ni deseado. Situaciones que pueden ser constitutivas de acoso sexual o por razón de sexo que se repiten de manera permanente y que violentan y agreden a estas profesionales sanitarias.

Son algunos de los resultados de una encuesta realizada por el Sindicato de Enfermería, SATSE, a enfermeras/os y fisioterapeutas de La Rioja durante los meses de octubre y noviembre, y que forma parte de la estrategia de información y sensibilización que, bajo el lema “Sí que pasa…Es acoso”, ha puesto en marcha en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

SATSE subraya que dos de las múltiples manifestaciones de la violencia contra las mujeres son el acoso sexual y el acoso por razón de sexo. Se trata de conductas, a menudo normalizadas o silenciadas, que muestran una desigualdad estructural y un ejercicio de poder de género, y que son las más frecuentes, ocultas e impunes en el ámbito laboral, apunta Patricia Mogena, secretaria autonómica de SATSE La Rioja.

Violencia y abuso

Esta realidad provoca conductas violentas y abusivas que agreden y perjudican especialmente a las mujeres y a colectivos profesionales mayoritariamente femeninos. “Las profesiones dedicadas al cuidado han sido históricamente estereotipadas y sexualizadas, lo cual se agrava por la cercanía física y la percepción errónea de que estamos ‘al servicio’ de otras personas”, denuncia.

Los principales resultados en La Rioja son que un 46,59 por ciento de las personas encuestadas han sufrido comentarios y/o chistes sexistas ofensivos en su presencia. Además, el 26,14% han sufrido alguna invasión deliberada de su espacio personal y un 22,73 por ciento se han sentido menospreciadas o han sufrido condescendencia.

Contacto no deseado

Además, el 22,73% por ciento afirma haber sufrido contacto físico no solicitado ni deseado (una mano en la cintura, abrazos y/o tocamientos en los glúteos u otras zonas sensibles o íntimas…), y el 12,50 por ciento asegura haber experimentado intentos no deseados de tener una cita y/o proposiciones para tener actividad sexual a pesar de sus intentos de disuasión. 

Otros datos son que el 32,95 por ciento dice que ha sido tratada de manera diferente por su sexo; el 28,41 por ciento ha sufrido miradas insinuantes e inapropiadas de carácter sexual; al 26,14 por ciento de las personas encuestadas han llamado su atención de forma sexual (silbidos, piropos ofensivos…); al 22,73 por ciento le han contado historias o bromas sexuales que le resultaron ofensivas; y al 21,59 por ciento les han intentado tocar o rozar. 

La encuesta también concluye que el 41,51 por ciento asegura haber sufrido estas situaciones o similares entre 2 y 5 veces, y en el caso del 18,87 por ciento de las encuestadas, más de 10 veces a lo largo de su vida laboral. El 54,72 por ciento ha sufrido alguna de estas situaciones en los últimos 3 años.

Desconocimiento

En el 86,79 por ciento de los casos no se pone en conocimiento del centro ni se denuncia. Las causas principales son el desconocimiento del procedimiento y derechos existentes (43,48%) y/o la falta de confianza en la eficacia del procedimiento (21,74%).

El 84,42 por ciento de las enfermeras y fisioterapeutas encuestadas desconocen si existe un protocolo de actuación frente el acoso sexual y por razón de sexo al que acogerse, y solo el 11,69% afirma haber recibido información y/o haber tenido la posibilidad de formarse al respecto.

Ante esta realidad, SATSE urge a la Administración riojana a que elabore de una vez un protocolo de acoso sexual ya que en la actualidad está sin desarrollar. “En La Rioja falta mucho trabajo por hacer para poder contar con entornos laborales seguros”, afirma Mogena.

Tolerancia cero

También demanda medidas preventivas que promocionen una cultura de “tolerancia cero al acoso” mediante la difusión e información del procedimiento existente, así como formación obligatoria para todo el personal y campañas de sensibilización permanentes.