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Estudios científicos demuestran que con plantillas enfermeras adecuadas se produce un descenso en la mortalidad de los pacientes

Menos enfermeras = menos calidad

En La Rioja, las Unidades de Hospitalización del San Pedro cuentan con un 50% menos de personal que cuando el centro abrió sus puertas

La escasez de plantilla de enfermería no sólo provoca estrés, aumento de bajas o la imposibilidad de conciliar la vida laboral y familiar entre las profesionales de enfermería sino también, y esto es lo más grave, se precariza la asistencia sanitaria que puede llevar, en sus casos más extremos, a un aumento en la mortalidad de los pacientes que atienden.

En un artículo publicado en el New England Journal of Medicine (de marzo de 2011) se afirma que tras estudiar 200.000 admisiones y cerca de 177.000 turnos de enfermería de 43 Unidades detectaron que aquellas que no contaban con suficiente personal, al menos durante una jornada de 8 horas, tenían una mortalidad superior a las que sí lo tenían en un 2%. Si ningún turno tenía el personal suficiente, la mortalidad de los pacientes se incrementaba en un 8%. De igual forma, el mismo estudio revelaba que cuando las enfermeras tenían que trabajar más de lo habitual, por contar con mayor número de pacientes a su cargo, el riesgo de mortalidad se incrementaba en dicha Unidad en un 4%. Es decir, afirman desde SATSE, menos enfermeras significa un descenso de la calidad y un incremento de la mortalidad.

En la actualidad, explican desde el Sindicato de Enfermería, es habitual que muchos centros sanitarios, tanto públicos como privados, reduzcan las plantillas de enfermería con el argumento de que es necesario optimizar los recursos existentes sin percatarse de que este hecho provoca efectos adversos para la salud de sus pacientes. De este modo, en La Rioja, las Unidades de Hospitalización del San Pedro cuentan con un 50% menos de personal que cuando el hospital abrió sus puertas, a día de hoy hay una planta cerrada, no se cubren las vacaciones de las enfermeras y ya se ha anunciado la amortización de los puestos por jubilación. “Si el número de pacientes sigue en aumento, ¿quién los va a atender”, se preguntan en el sindicato. “No es lo mismo”, afirma Celia López, secretaria autonómica de SATSE La Rioja, “que una enfermera tenga a su cargo a 10 pacientes que a más de 22”, como ocurre en determinados Servicios, especialmente durante el turno de noche o festivos. “La atención que se presta no es la misma y ante una emergencia no se puede actuar con la misma celeridad”.

La precarización de las plantillas enfermeras, hecho éste que sólo se produce en España –en el resto de Europa la demanda de enfermería se ha incrementado y así se puede comprobar en la Red de Empleo EURES– provocará graves problemas asistenciales a corto y medio plazo, recuerda López.

Desde las distintas administraciones españolas se está promoviendo una sanidad curativa y no preventiva, lo que a su vez está generando sobrecostes en el tratamiento de la enfermedad. El pretendido ahorro económico, no contratando a las enfermeras que se necesitan –122.400 según el Senado español–, generará enfermedades crónicas que será necesario abordar y que obligarán a grandes desembolsos económicos, bien por parte de los usuarios o del propio Estado. Por citar un ejemplo: un usuario con cinco dolencias crónicas le cuesta al SNS una media de 17.000 euros anuales, frente a los 1.000 de una persona sana. La hora de una enfermera impartiendo educación para la salud –y por lo tanto modificando los hábitos insanos de ese usuario– representa un gasto de 14,19 euros que es el valor de una hora de educación para la salud impartida por una enfermera.